Los doctores Berry Brazelton y Joshua Sparrow, en su libro "El método Brazelton. La disciplina" (2003), sostienen que muchas veces los niños pequeños se asustan debido a la intensidad de sus propios sentimientos. Esto hace que sus comportamientos se desborden y los padres se enfurezcan también.
Para manejar las crisis de ira en nuestros niños y niñas, el principio clave es aprender a controlar nuestra propia emoción. Como en todo aprendizaje, se requiere de motivación, práctica y constancia. Brazelton y Sparrow recomiendan:
1. Ayudar al niño o niña a sentirse seguro(a) al experimentar sus emociones, hasta que pueda hacerlo por sí mismo(a).
2. Distinguir diversas emociones.
3. Reconcocer las relaciones entre emociones y situaciones particulares.
4. Identificar y nombrar sentimientos.
5. Identificar y prever aquello que desencadena las emociones.
6. Encontrar maneras de tranquilizarse o expresar emociones.
7. Pedir ayuda cuando la necesita para manejar sentimientos.
8. Aceptar y valorar los sentimientos, pues son parte de su ser.
Podemos poner en práctica todas estas sugerencias a través de actividades sencillas y cotidianas. Por ejemplo, podemos leer cuentos y hacer teatro, sea con títeres o actuando nosotros mismos con nuestros(as) niños(as) y luego comentar acerca de lo que sucedió en la historia: ¿cómo se sentían los personajes?, ¿por qué se sentían así?, ¿cómo expresaron sus sentimientos?, ¿qué ocurrió después?, ¿cómo se resolvió la situación?, etc.
Es fácil. ¡Podemos lograrlo!
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